Hay algunos errores muy frecuentes sobre qué son las Altas Capacidades o sobre su interpretación o medición.
A continuación, comentamos algunos, puesto que para aprender, a veces, es necesario desaprender primero:
Tener una inteligencia alta es lo mismo que tener altas capacidades o superar un determinado CI.
Tener inteligencia alta es uno de los componentes de las altas capacidades, pero no lo es todo, al igual que la altura es importante para ser un buen jugador de baloncesto, pero no lo es todo. Y siguiendo con la analogía, al igual que en baloncesto no hay una altura límite exacta de forma que si se mide un centímetro menos ya no se pueda formar parte de un buen equipo, tampoco hay un CI límite exacto para tener altas capacidades. Además, la puntuación en un test de CI puede cambiar a lo largo de la vida, o entre distintas mediciones, y tampoco son equivalentes las puntuaciones obtenidas en distintos test. Para evaluar las altas capacidades, no basta con una puntuación en un test de inteligencia, y es fundamental que el evaluador sea conocedor de ellas, sus características y peculiaridades de medición (por ejemplo, es muy frecuente que en el WISC el alumnado con altas capacidades obtenga puntuaciones bajas en el factor de velocidad de procesamiento, tanto es así que está recogido en manuales del test y se ofrecen alternativas de interpretación para que esto no distorsione las puntuaciones).
Para tener altas capacidades es necesario tener inteligencia alta, ser muy creativo y estar muy motivado hacia las tareas escolares.
Este es otro de los errores que se ha establecido incluso en la legislación de algunas comunidades, de tal forma que si un niño no es muy creativo en una prueba concreta en un momento dado o no está motivado hacia las tareas que se le plantean, entonces es excluido del grupo de AACC y no recibe atención educativa.
Este error proviene de una interpretación errónea de la Teoría de los tres anillos de Renzulli. Renzulli postula que para que se den “comportamientos dotados” es necesario una inteligencia alta, creatividad e implicación en la tarea que se está realizando. Aclara, además, que de estos tres factores solo la capacidad es relativamente estable e inherente a la persona, mientras que motivación e implicación dependerán de la situación y el momento, es decir no se darán siempre. Esta teoría es una teoría de intervención y los “comportamientos dotados” de los que habla Renzulli son la meta a conseguir con la intervención.
De hecho, Renzulli tiene su propio modelo de identificación llamado Modelo de Puerta Giratoria en el que habla de seleccionar a un 15% de los alumnos para aplicar programas de enriquecimiento. En España, en algunos contextos, se ha tomado como una teoría de identificación confundiendo así la meta con la casilla de salida.
El Centro Renzulli para el desarrollo del talento en su web española habla sobre este error en varias de sus entradas y el mismo Renzulli se pronuncia al respecto en una entrevista realizada por el profesor Tourón.